Trátate a ti misma como una reina

Si de chiquita te gustaban las historias de Disney, donde la princesa vivía una aventura llena de emociones e incluso un romance con el príncipe más apuesto de todos los reinos y se casaban para vivir felices por siempre, no permitas que nadie destroce tus sueños. Siempre puedes encontrarte con alguna mujer que haya sufrido mucho por un desamor, vivido alguna tragedia o incluso sido víctima de violencia y te diga que en la vida real eso no existe. Tú puedes continuar la conversación para no herirla, pero no permitas que su desgracia influya en tu forma de pensar.

Si hay algo hermoso en la vida son los sueños y las esperanzas, estos son los que motivan a esas personas que cada día intentan hacer de este mundo un lugar más bello.  

Trátate a ti misma como una reina, sin esperar nada de los demás. No esperes que tu pareja te regale eso que dijiste que te gustaría tener, ni que te halague por tu nuevo corte de pelo. Tú debes mirarte al espejo y brindarte eso a ti misma. Debes aceptarte, quererte, mimarte, alentarte, agasajarte y hablarte como si le hablaras tu mejor amiga. Qué piensas cuando te ves al espejo?

Trata de hacer las paces contigo misma y de perdonarte si es necesario. Mira hacia adentro y no hacia afuera porque nadie puede darte lo que tú misma no puedes concederte.

No se trata de creerte alguien superior a los demás, ni siquiera tiene algo que ver con que te conviertas en alguien vanidoso. Siempre puedes ser humilde y amarte tanto a ti misma que no sientas la necesidad de otro para vivir feliz.

Dite cosas bonitas, usa esa ropa que te gusta, anímate a arreglarte el cabello de otra forma, usa máscara en tus pestañas, prepárate esa comida que sólo a ti te gusta, usa ese suave perfume que te encanta para ir a la cama y sentirlo entre las sábanas. Te aseguro que cuando logres este estado de autovaloración, las personas de tu entorno lo notarán sutilmente y no sólo te elogiarán sino que querrán pasar más tiempo contigo, porque esa energía se contagia.

Trátate a ti misma como una reina y prepárate para los piropos en la calle.